sábado, 7 de junio de 2014

quien soy y qué quiero

Esta primera parte la publiqué en el face

Lo que sea que necesites y pidas de corazón,
aparecerá cerca y deberás creerlo,
                                            para activar el objeto en cuestión.

Esto es porque existe una liga entre la necesidad y su solución,
                                    un vínculo corrupto en la mente (referirse a pecado).

Es decir, LO QUE NECESITO YA ESTÁ ALLÍ CON ANTERIORIDAD,
               PERO NO LO VEO POR MI INCREDULIDAD

Por eso dice que Él sabe nuestras necesidades desde antes
                                                 de que le pidamos.


Aquí comienza la extensión:

Estando en el lugar de trabajo una fue compañera fue requerida para dejar su sitio y regresar a casa, debido a que había llegado con demora. (no confundir con Démora). Cando recién sucedió el evento y ella externaba su queja, le ofrecí mi ayuda" como mediador ante la , ella al principio, durante un instante --lo pude ver en sus ojos-- quiso aceptarla. Ella pudo vislumbrar un mundo en el que se le disculpaba su falta y continuaba trabajando, pero su orgullo se lo impidió. No, Conrado, vete, tú no te metas; incluso una de sus "amigas" (en realidad era sólo la persona que estaba a cargo temporal de ella) se interpuso corporalmente para impedirme el paso hacia la oficina de la "jefa jefa".
     Total que decidí ceder y sentí ese cúmulo de emociones entrecruzadas que se concentran en la región abdominal del cuerpo.
Me senté en mi cubículo y comencé a orar, para comprender la situación.

¿Por qué una mujer no habría de querer ser ayudada?

¿Por qué sabotearía su propia existencia, incluida la de su niña --pues es madre soltera--?

y extiendo la situación al orden vecinal:

Por qué si mi vecino está en un problema, no acepta mi ayuda

o si el problema estuviera en mí, por qué no permito que se me ayude.


Quizá la Justicia Nacional comienza con la justicia personal.

Debemos retomar la defensa de nuestro honor individual.
                                                              y siendo así respetaremos los honores de nuestros cercanos                                                                                                                                           compañeros

Es necesario que sintamos vergüenza.

La vergüenza inicia el proceso de reconstitución emocional. Pero atención,
                                                               no des culto a esta emoción, es decir,
                                                                no la cultives, no la desarrolles,
                                                                no vivas en ella ni para ella.

La vergüenza es un subproducto de la adquisición de conciencia (lo que otros llaman arrepentimiento).
Mas la vergüenza no es un estilo de vida.
Vivir arrepentido no es lo mismo que vivir liberado.

La liberación de una persona comienza justo después de que esa sensación de vergüenza comienza a desvanescerse.

                  El sistema de valores hace un reposicionamiento y comienza en ceros y es aquí
                                 en este brevísimo instante,
                                  en que se debe borrar cuanta conducta errónea exista en la persona.

Si este procedimiento inicial es satisfactorio, la persona notará un cambio constante en las significaciones circundantes. O sea, que lo que antes era una escoba, ahora será también un compañero de escuela, una amigo íntimo, una escopeta, un ramos de flores. Dicho de otra manera, cuando el  individuo se aleja de las conductas predeterminadas que antes regían sus movimientos entra con facilidad al territorio donde la creación de experiencias nuevas jamás termina.


(continua con la imaginación)
                                 




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